La llegada

La llegada ficciona un encuentro con lo desconocido que no se resuelve desde la violencia o el miedo, sino desde la empatía y la colaboración. Cuando naves extraterrestres aparecen en distintos puntos del planeta, una lingüista y un físico son convocados para establecer comunicación. Lo que comienza como un desafío técnico se transforma en una exploración profunda sobre el lenguaje como forma de conocimiento y sobre cómo percibimos el tiempo, la memoria y la vida misma. La película plantea que comprender al otro —incluso cuando es radicalmente distinto— exige revisar nuestras estructuras mentales, nuestras formas de sentir y narrar el mundo. En lugar de construir una amenaza, propone imaginar futuros posibles no distópicos basados en la cooperación. La sensibilidad, la subjetividad y el vínculo emocional se vuelven claves para enfrentar una crisis global desde una perspectiva transformadora.