Crimes of the Future se adentra en un mundo donde la evolución del cuerpo humano y la tecnología han redefinido la relación entre lo orgánico y lo artificial. La película sigue a un artista que experimenta con sus propios órganos en público, desafiando nociones convencionales de corporalidad, sensibilidad y ética. Más allá de la provocación visual, el film invita a reflexionar sobre cómo la tecnología permite la extensión y transformación de la experiencia sensorial y emocional, cuestionando los límites del cuerpo y la identidad.